El Silencer es un dispositivo oral de avance mandibular controlado. Esto consiste en un dispositivo que adelanta la mandibula inferior, lo que amplía el radio de la velofaringe, que es la parte de la faringe donde se produce el colapso respiratorio durante el sueño en personas que padecen Apnea y Ronquido.
Como el avance mandibular necesario para evitar el colapso difiere bastante entre pacientes, el Silencer permite al doctor controlarlo, buscando siempre la efectividad, pero también la comodidad del paciente, que no se conseguiría con un sobreadelantamiento de la mandíbula. Puede observar en la imágenes cuánto se amplía la cavidad usando el dispositivo.
En pos de esta comodidad, este dispositivo de avance mandibular cuenta con movilidad tanto vertical como horizontal. De esta forma no obliga a la persona a permanecer con la mandíbula en la misma posición durante toda la noche, lo que sin duda sería bastante molesto, sino que le permite mover la mandíbula y abrir parcialmente la boca, evitando la tensión muscular.
Una vez hecho el molde a medida para cada paciente tratado con el dispositivo Silencer, éste sólo tiene que preocuparse de colocárselo a la hora de dormir y quitárselo por la mañana al despertar, nada más. Su limpieza y mantenimiento también es muy sencillo, puesto que basta con limpiarlo diariamente con un cepillo de dientes corriente y jabón.
El Silencer ha devuelto la alegría a miles de pacientes de Apnea y roncadores por varios motivos aparte de los puramente médicos: muchos rechazaban el uso de la máscara de CPAP, por incomodidad, por ruido, por vergüenza a la hora de dormir con su pareja o por el hecho de depender de una toma de corriente (no es posible enchufar un CPAP si vas a dormir en una tienda de campaña o en un vuelo transoceánico por ejemplo). La cirugía, además de las posibles complicaciones y molestias de la operación en sí no asegura la obtención de resultados. Ahora todas estas personas tienen un dispositivo comodísimo que pueden llevar a cualquier parte y que no es más grande que un protector bucal. Un detalle: muchos de los tratados con este aparato oral vuelven a soñar.
Como anécdota relevante podemos contar que en 1993 el señor Mark Hebbard, el Record Guiness al roncador más sonoro, comenzó con el tratamiento con Silencer, tras la ineficacia mostrada en él del CPAP y la cirugía. El volumen sonoro de su ronquido alcanzaba los 90 decibelios, muy por encima del ruido que emite un avión al despegar.
Con saturaciones de oxigeno mínimas (del 14%) pasó al 48% cuando comenzó a usar CPAP y al 60% cuando además se operó. No obstante, esta saturación sigue siendo terriblemente baja, por lo que a los 54 años se decidió a utilizar el Silencer. Un año después de empezar con el uso del dispositivo de avance mandibular se comprobó que su saturación mínima se había elevado hasta el 87%, su ronquido había desaparecido y lo que también es importantísimo: su esperanza de vida había subido 15 años.
